El pintor y joyero catalán expone su obra pictórica en Casa do Brasil, Madrid, Avenida Arco de la Victoria, s/n, del 5 al 15 de marzo de 2009.
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*Gerard Valls, de la intención, visión de la aritmética del objeto*
Concibe la forma, busca la expresividad de la geometría de los personajes, auténticos seres máquina, que portan objetos, que se convierten en partes de un todo que se repite casi tantas veces como instantes tiene el momento.
Sus personajes poseen intención, sustentada en la visión de la aritmética del objeto en paralelo con la proporción existencial.
Conjunción de instantes, silencio de segundos, instalándose en la rapidez de la evidencia de la fenomenología de la cima de la propia verdad.
Son máquinas, seres robot, que funcionan a estímulos, que son como partes de un gran engranaje.
Recordemos que la palabra robot viene del término checo robota, que significa trabajo, en alusión a los denominados trabajadores alquilados que vivieron en la época correspondiente al imperio austrohúngaro hasta 1848. Está claro que los humanos somos orgánicos, pero, también, tenemos algo de robots, de máquinas, de seres máquina que hoy con la llegada de la sociedad de consumo se agrava todavía más nuestra situación.
El término robot fue empleado por primera vez por Karel Capek en su obra de teatro denominada R.U.R.
Si contemplamos un poco la historia constatamos que los robots de Capek eran humanos artificiales orgánicos, siendo el término robot empleado para asignar a humanos mecánicos, artificiales, fuera de la naturaleza, al margen de los ecosistemas. Mientras que los androides puede ser cualquiera de estos y el cyborg corresponde a organismo cibernético u hombre biónico, organismo que conjuga partes biológicas y otras orgánicas y mecánicas.
Los hombres máquina de Gerard Valls corresponden exactamente a los robots de Capek, pero, también, en ocasiones, parecen biónicos, en el sentido de que conjugan partes orgánicas y biológicas con otras mecánicas, porque los objetos que portan son producto de la evidencia estructural industrial que nos ha inundado en la era del consumo, haciéndonos partícipes de una simbiosis de vida y creación artificial en función de necesidades concretas de humanos, animales y plantas.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)
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