3.31.2008

Pena, penita, pena

Pena, penita, pena
El 17 de marzo en la casa de la Cultura de El Campello, se reunieron un centenar de personas para asistir al recital multimedia de Anuesca: Homenaje a los poetas andaluces, poesía y flamenco. Recital ensayado, sincronizado y cronometrado durante más dos meses, para ofrecer a El Campello, una visión novedosa de la poesía. El éxito del acto fue rotundo y el recital se estrenará dentro de algún tiempo en Alicante capital.
El público como siempre estaba compuesto por los fieles seguidores de la asociación, la Señora Concejala de Cultura, numerosos espectadores que se desplazaron desde Alicante, un surtido grupo de adolescentes y también niños muy jóvenes que acompañaron los acordes de la guitarra de Enrique Carbonnel, la voz en off de Juan Galindo, y a los poetas de Anuesca. ¡ Todo sea por la poesía y el Campello!
No fue el único acompañamiento que tuvimos.
Pena, penita, pena.
Un grupo de personas interfirió a lo largo del recital, creando cierto malestar entre los poetas. Por respeto al público se decidió no interrumpir el acto. Sólo se pidió silencio, al final de la lectura de un poema. Pero el resultado fue el mismo.
Pena, penita, pena
Todos sabemos que ciertas personas hoy, viven unos momentos difíciles y que tenemos que perdonarle sus errores, pero sus allegados deberían explicarles que la falta de respeto a la cultura, es una falta de respeto a su pueblo, El Campello, y por lo tanto una falta de respeto hacia ellos mismos.
Como no soy sicóloga, ni socióloga abandonaré este tema para centrarme en él de la cultura.
La cultura es le reflejo de nuestra sociedad. Cultura es aprender de simismo y de los demás, despertar nuevos intereses, nuevas expectativas. Desvelar la parte escondida de nuestro yo y la parte oculta de nuestro interlocutor: El público.
La cultura es la unión y el respeto de un grupo de personas que comparten las mismas inquietudes e intentan fomentar un mundo mejor alejado del materialismo, de la violencia... La cultura crea un nexo entre las diferentes etnias y establece un mensaje que comparten los que quieren crecer por dentro.
El ser humano se distingue del animal por sus facultades intelectuales, con un desarrollo especial de su cerebro. La diversidad cultural es el reflejo del respeto de los derechos fundamentales. Respetar la dignidad de las personas es también respetar la cultura.
En 2002, en Johannesburgo, se subrayó que la diversidad cultural tiene que ser recalcada ya que es uno de los motores principales que permite adentrarse en la sabiduría.
En Barcelona, cuando se celebró el 50 aniversario, de la declaración universal de los derechos del hombre, se volvió a insistir en el hecho que la cultura y la comunicación dan paso al trasvase del saber.
Los pueblos son el polo de atracción de la diversidad cultural. Deben por lo tanto acatar el pluralismo cultural y promover el diálogo constructivo.
Respetar la cultura es ante todo respetarnos a nosotros mismos.Harmonie Botella.

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