Vocablos de hiel que rajan los símbolos,
derriten los ideales,
cuajan los sentimientos,
calcinan los horizontes.
Vocablos híbridos
nacidos de la envidia,
de la prepotencia,
de la injusticia
y de la misoginia.
Vocablos glaucos,
insidiosos, pegajosos
como los gargajos
de los viejos tuberculosos.
Vocablos venenosos
que luchan por el poder,
por el avasallamiento
de la palabra bella,
de la libertad,
de la mujer inteligente,
del poeta,
del pueblo libre.
Vocablos tiranos
y malhechores
que matan la brisa mañanera
y la cosecha de miel
del juglar inocente.
Harmonie Botella
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