Quimeras de Oriente,
incienso, sándalo y bálsamo,
perfumes envasados en plata y oro
embriagan los sentidos y las razones.
Ungüentos de ámbar y azahar se introducen
por los poros de la esencia de la humanidad.
Los sentidos desquiciados por las fragancias,
aturdidos buscan las mareas libidinosas
que les conducirán hacia las tierras prohibidas.
Harmonie
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